Dicen de la Gendarmenmarkt de Berlín que es la plaza más bonita de la ciudad, y la verdad es que cuando la ves por primera vez, es difícil ponerlo en duda.
Situada en pleno centro, muy cerca de una de las principales arterias comerciales de Berlín, la Friedrichstraße, la Gendarmenmarkt Platz es una plaza relativamente amplia, con una arquitectura que la hace bellísima: a un lado, la catedral alemana. Al otro, la catedral francesa. Y en mitad de ambos, la Konzerthaus, una de las salas de conciertos más prestigiosas de la capital alemana.
En diciembre, la Gendarmenmarkt luce especialmente bonita, pues en ella se instala uno de los mejores mercados navideños de Berlín, en un entorno único. Y es que pocas plazas pueden presumir de tener dos catedrales en ella, así que… ¡no te la pierdas!
¿Por qué Gendarmenmarkt?
La plaza Gendarmenmarkt nace a principios del siglo XVIII, cuando se decide crear un barrio nuevo en Berlín para acoger a los protestantes franceses -conocidos como hugonotes-, que habían sido expulsados de Francia por Luis XIV, pero que serían bien recibidos por el rey Federico Guillermo I de Prusia.
Entonces, ¿de dónde viene el nombre de la plaza? El nombre de la plaza proviene precisamente de un regimiento de soldados hugonotes que se instaló en la zona, donde antes de su llegada estaba prevista la celebración de un mercado (Gens d’arms > gendarmes > Gendarmenmarkt, el Mercado de los Gendarmes).
La catedral alemana (Deutscher Dom)…
La catedral alemana de Berlín preside uno de los lados de la Gendarmenmarkt, a la izquierda de la Konzerthaus, y fue construida a comienzos del XVIII, al igual que la plaza. Se puede visitar por dentro, pues alberga una exposición sobre el parlamento alemán.
…y la catedral francesa de Berlín (Französischer Dom)
Si nos situamos frente a la Konzerthaus, la catedral francesa es la que queda a mano derecha. Se construyó en la misma época que la plaza como templo para los franceses protestantes huidos a Berlín, aunque imponente cúpula que la corona (y su cúpula gemela en la catedral alemana) serían añadidas algunas décadas más tarde por el arquitecto Carl von Gontard. Actualmente alberga un museo dedicado a los hugonotes.
Además, se puede subir a la torre de la catedral (eso sí, son 284 escalones) para disfrutar de una panorámica estupenda de la plaza y del resto de Berlín.
La Konzerthaus
Este teatro fue construido ya en el siglo XIX, y constituye uno de los auditorios más famosos de Berlín. De estilo neoclásico, respondiendo a los estándares estéticos de la época, fue construido realmente sobre los escombros del antiguo teatro nacional, que había quedado destruido tras un incendio.
Frente a su escalinata de entrada encontrarás una fuente dedicada a las artes, y una escultura de Schiller, uno de los poetas germanos más célebres (de hecho, la plaza fue conocida durante un tiempo como Schillerplatz). La estatua es obra de Reinhold Begas.
Los tres edificios principales de la Gendarmenmarkt fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, y no se restaurarían hasta los años setenta.
Hoy en día, la plaza es un lugar tranquilo por donde pasear sin prisas; alrededor de ella se sitúan algunos de los mejores hoteles de Berlín, así como numerosas tiendas y restaurantes (¡no te pierdas la tienda navideña justo al otro lado de la calle!).