¿Vas a viajar próximamente a la capital alemana? Con nuestro itinerario para ver Berlín en cuatro días comprobarás que ese tiempo puede ser más que suficiente para tomarle el pulso a Berlín y hacerse una idea en profundidad de sus principales monumentos y lugares de interés.
Y es que a pesar de se trata de una ciudad donde las opciones turísticas y de ocio son infinitas, si llevas bien organizada tu ruta te será muy sencillo ajustar tus tiempos y visitas para aprovechar al máximo tu estancia.
¿Que cómo hacerlo sin morir en el intento? Sigue leyendo :)
Itinerario para ver Berlín en cuatro días
Lo más importante a la hora de distribuir las visitas en tu ruta de cuatro días por Berlín es tener en cuenta dos factores esenciales: qué lugares quieres ver y cuándo visitarlos. Es decir, que habrá que tener siempre en cuenta los horarios y días de cierre de cada monumento, museo o lugar de interés para no llevarnos un susto cuando lleguemos.
En ese sentido, puedes comprobar todos los horarios actualizados de los principales lugares de interés de la ciudad en nuestro apartado Qué ver en Berlín.
Y para ayudarte a cuadrar todas esas visitas de forma óptima, a continuación, te proponemos un itinerario completo para esos cuatro días en Berlín:
Día 1 – Alexanderplatz y Berlín histórico
La mañana del día 1 te recomendamos comenzar tu visita en la estación de metro de Alexanderplatz (línea U8), desde donde haremos a pie el resto de nuestro itinerario.
En la Alexanderplatz, no te pierdas la Torre de Televisión (si quieres, puedes subir al mirador).
Desde la plaza, continúa hacia la Fuente de Neptuno y la St. Marienkirche, que están a dos pasos. Muy cerca de ellos verás el inconfundible edificio del Ayuntamiento Rojo de Berlín.
Junto al Ayuntamiento Rojo se encuentra el Marx-Engels Forum, un pequeño parque donde encontrarás la famosa estatua de Marx y Engels.
Cruzando la calle desde el parque habrás llegado a la Catedral de Berlín, reconocible por sus cúpulas verdosas. Si el día está despejado y no subiste a la Torre de Televisión, aprovecha y entra en la catedral para deleitarte con las vistas.
Si viajas con niños o simplemente te apetece conocer un poco más de cerca la vida cotidiana y política en la antigua RDA, también puedes bajar la escaleras junto al puente de la catedral y visitar el Museo de la RDA.
Si tu primer día en Berlín coincide con un jueves, recuerda que los museos de la Isla de los Museos abren hasta más tarde, por lo que puedes aprovechar desde la catedral, que está justo al lado, para ir visitando alguno de ellos.
Para comer puedes tomar algo rápido por la zona (un currywurst o una salchicha con pan por aquello de ir probando la típica fast food berlinesa) o acercarte hasta nuestra siguiente visita, el barrio de Nikolai, el más antiguo de Berlín -aunque reconstruido en su mayor parte-. En Nikolaiviertel son visitas obligadas: la Knochblauchhaus (en Poststraße 23), una antigua casa burguesa convertida en museo y la Iglesia de San Nicolás (Nikolaikirche, justo enfrente). Para entregarte al placer culpable tómate un trozo de tarta en Back Palace, un localito muy pequeño situado a la vuelta de la iglesia.
Si aún te sobra tiempo, acércate dando un paseo hasta Haus Schwarzenberg (Rosenthaler Strasse 39), un patio plagado de arte urbano de lo más hipster. Al lado se encuentran los Hackesche Höfe, otros tantos patios -estos, de estilo modernista- que también tienen mucho ambiente (no te pierdas, sobre todo, el Endellscher Hof, decorado con cerámica de colores y obra del arquitecto August Endrell).
Día 2 – Checkpoint Charlie, Puerta de Brandeburgo y Potsdamer Platz
Hoy vamos a adentrarnos en un Berlín más histórico, el Berlín del nazismo, de la Segunda Guerra Mundial y de posguerra. Por el camino, además, tendremos tiempo de conocer algunos de los monumentos más famosos de la capital alemana.
Empezaremos nuestro segundo día en Berlín cogiendo el metro hasta Kochstraße (línea U6), para visitar el Checkpoint Charlie, el paso fronterizo que más fama adquirió en los años de existencia del muro de Berlín. Hoy no es más que uno de esos lugares hiper turísticos de haz-la-foto-y-vete pero ya que estamos, vamos a echarle un vistazo. Junto a él, en la misma Friedrichstraße, encontrarás el Museo del Muro del Checkpoint Charlie, interesante solo si te sobra mucho tiempo y quieres profundizar en la historia del muro de Berlín, ya que la exposición es un tanto confusa.
Continúa desde aquí por Zimmerstraße para llegar a uno de los centros de exposiciones más interesantes de Berlín: Topografía del Terror (en Niederkirchnerstraße 8), una especie de museo gratuito dedicado al nazismo y sus instrumentos represivos, como las SS y las SA. Además de visitar su completa exposición, al salir puedes ver un buen fragmento del antiguo muro conservado en este mismo solar.
Si viajas con niños, puede que os interese hacer una visita, en la misma Zimmerstraße, poco antes de llegar a Topografía del Terror, se encuentra el gran globo aerostático de Berlín, desde el que se obtienen unas vistas impresionantes de la ciudad (eso sí, solo merece la pena si hace buen día).
Tras recorrer Topografía del Terror, puedes dar un paseo hasta la cercana Potsdamer Platz, una plaza famosa aunque sin demasiado interés -turísticamente hablando- en la que puedes ver un par de fragmentos más del muro de Berlín o subir a la terraza panorámica de la Torre Kollhof, bautizada como Panoramapunkt.
Busca un hueco para comer por aquí (la plaza y sus alrededores están llenos de restaurantes) y sigue subiendo por la Ebertstraße. Dejarás a mano izquierda el Tiergarten, el parque público más conocido de Berlín. Si te apetece y tienes tiempo, puedes adentrarte en él y dar un relajante paseo.
Si no, pronto llegarás al llamado Memorial del Holocausto (Monumento a los judíos de Europa asesinados), que reconocerás por sus bloques de hormigón gris. Justo al lado verás también una imagen que te sonará: sí, es la Puerta de Brandeburgo, el monumento berlinés por excelencia.
Si sigues caminando 5 minutos más, llegarás al Reichstag. Si te interesa visitarlo por dentro debes reservar con antelación tal como te explicamos en el artículo sobre el Reichstag de esta guía (calcula la hora para que te dé tiempo a hacer el resto del itinerario).
Si aún te quedan ganas de caminar un poco más, puedes continuar a pie hasta la Gendarmenmarkt, una preciosa plaza con nada menos que dos catedrales. Puedes cenar por esta zona o salir a la Friedrichstraße, donde encontrarás infinidad de restaurantes.
Día 3 – Nos vamos de excursión: ¿Potsdam o el campo de concentración de Sachsenhausen?
Hoy vamos a tomarnos un respiro del ajetreo de la capital y aprovechar para conocer algunos lugares de los alrededores. Te ofrecemos dos alternativas:
Visitar Potsdam, con sus palacios barrocos y sus «tesoros» escondidos, como el barrio holandés. En nuestro artículo sobre Potsdam tienes toda la información sobre qué ver y hacer allí y cómo llegar desde Berlín.
Conocer el campo de concentración de Sachsenhausen, una visita menos agradecida que Potsdam pero realmente interesante para los amantes de la historia, e imprescindible para estudiar en profundidad el pasado reciente de Berlín. Igualmente, en nuestro artículo dedicado a Sachsenhausen encontrarás toda la información necesaria para organizar tu visita.
Día 4 – Muro de Berlín, Kurfürstendamm y Museo de Pérgamo
Como lo mejor siempre se deja para el final, hoy (¡por fin!) vamos a hacer dos visitas estrella de Berlín: el muro de Berlín -hoy conocido como East Side Gallery- y el Museo de Pérgamo. Además, tendremos tiempo para hacer algunas compras.
Para llegar hasta la East Side Gallery tenemos dos opciones: el tren hasta la Ostbahnhof (líneas S3, S5 y S75) o el metro hasta la estación de Warschauerstraße (líneas S3, S5, S75 y U1). La primera nos deja un poco más cerca del muro.
A partir de aquí, puedes recorrer más de un kilómetro del antiguo muro y contemplar los murales que lo decoran desde que varios artistas internacionales decidieran convertir esta antaño vergonzosa pared gris en un lienzo donde dar rienda suelta a todo tipo de reivindicaciones.
Vista la East Side Gallery, puedes volver sobre tus pasos hacia la estación desde la que te bajases para llegar hasta la Isla de los Museos y dedicar la tarde a visitar el mejor de todos: el Museo de Pérgamo.
Si no tienes muchas ganas de ver museos, la alternativa es que desde la East Side Gallery cruces el Puente de Oberbaum para sumergirte en el vibrante barrio de Kreuzberg.
Aprovecha para comerte una hamburguesa en un lugar emblemático para los berlineses, Burgermeister, un quiosco callejero que sirve hamburguesas con patatas bajo las vías del tren.
Y si decidiste no cruzar el puente y volver a la estación para visitar el museo, puedes aprovechar para probar los jugosos Schnitzel de Sheers Shnitzel (en Warschauer Strasse, a un paseo corto desde la East Side Gallery).
Si optaste por el barrio de Kreuzberg, puedes coger el metro directo en Schlesisches Tor hasta Wittenbergplatz y visitar al salir las Galerías KaDeWe. Son las galerías comerciales más famosas de Berlín y un buen sitio para comprar souvenirs o productos típicos alemanes.
Estás en la zona de Kurfürstendamm, una especie de Gran Vía a la berlinesa: desde las KaDeWe puedes acercarte también hasta la Iglesia Memorial del Kaiser Guillermo, inconfundible por su torre partida desde los tiempos de la guerra, y conocerla por dentro. Si prefieres seguir de compras, haz una visita al centro comercial Bikini, lleno de tiendas de diseñadores locales y con buenas vistas del Tiergarten desde su terraza.
Si lo deseas, puedes invertir el itinerario de este último día en Berlín: comienza a primera hora visitando el Museo de Pérgamo para evitar las colas -y si te sobra tiempo, entra también al Museo Nuevo para ver su magnífica colección de arte egipcio en la que se incluye el busto de Nefertiti-; continúa yendo hasta la East Side Gallery y termina el día cenando y tomando algo en el animado barrio de Kreuzberg o acercándote hacia la zona de Kurfürstendamm para hacer las últimas compras.
Esperamos que hayas disfrutado de la ciudad y sobre todo que nuestro itinerario para conocer Berlín en cuatro días te haya ayudado :)