París con niños

Puede que a priori París te parezca una ciudad perfecta para viajar en pareja. Y la verdad es que lo es, llena de rincones románticos y elegantes parques a la vuelta de cada esquina por los que pasear bien agarraditos.

Pero es que además, París es un buen destino para viajar con niños: la capital francesa cuenta con infinidad de museos, numerosos parques y jardines, actividades de ocio pensadas especialmente para los más pequeños, parques de atracciones (te adelantamos que hay vida más allá de Disneyland) y, en definitiva, muchas, muchísimas cosas que hacer en familia.

Para ponértelo fácil, hemos preparado esta pequeña guía para viajar a París con niños, con consejos útiles, propuestas de planes y toda la información imprescindible para viajar a la ciudad con tus hijos (y no morir en el intento).

¿Listo para hacer las maletas?

París en familia…

Dependiendo de la edad de los niños que los que viajes y también de sus gustos, podrás escoger entre diferentes planes: ir a una función del circo, visitar el zoo, dar un paseo por alguno de sus parques más famosos, subir a la Torre Eiffel, recorrer un museo…

Nuestro consejo para que ni los más pequeños ni los mayores se aburran es intercalar planes pensados para unos y otros y así toda la familia disfrutará del viaje: si te apetece visitar una iglesia, propón a tus hijos hacer algo divertido con ellos después, como llevarlos a un parque cercano, a merendar algo que les guste (unas crêpes, por ejemplo) o a dar un paseo en barco por el Sena (esta última opción suele funcionar).

En este caso sí que te recomendamos llevar tu viaje a París muy bien planificado: piensa qué os gustaría visitar a nivel turístico y, después, ten preparadas algunas propuestas con niños (echa un vistazo debajo a nuestro Qué ver con niños en París) que estén cerca de cada lugar de interés por si necesitas un plan B.

… y con niños pequeños

  • Si viajas a París con bebés o niños muy pequeños, tampoco hay problema: es una ciudad relativamente cómoda para pasear con carrito, con calles amplias y accesos adaptados en la mayoría de lugares turísticos y restaurantes. Aunque en algunos monumentos tendrás más dificultades para moverte con el carro (por el tema de las escaleras), puedes plegarlo y dejarlo a la entrada de los monumentos para poder hacer la visita.
  • Asegúrate de buscar un hotel con cuna (para que puedes aligerar el ya de por sí poco ligero equipaje del bebé). Quizás te sea más cómodo alojarte en un apartamento, de cara a estar como en casa, preparar comidas y tener más espacio.
  • Antes de salir, recuerda solicitar con tiempo la tarjeta sanitaria europea del bebé o niño, por si surgiera cualquier imprevisto y tuvieras que acudir a un centro de salud u hospital. Si tu hijo o hija tiene algún tipo de alergia alimentaria, es conveniente llevar siempre a mano su medicación y conocer un vocabulario mínimo en francés para poder indicar en cafés y restaurantes qué alimentos no puede tomar (aunque en la mayoría de las cartas y menús se indica qué platos son aptos para unas u otras intolerancias).
  • Un último consejo: si viajas a París en avión, para sobrellevar mejor el vuelo con niños pequeños, asegúrate de llevar algo con que entretenerlos: un cuento para leer juntos, algunos juguetes de pequeño tamaño o una película que le guste en tu tablet o portátil.

Qué ver en París con niños: cuando aburrirse no es una opción

La Torre Eiffel; la Catedral de Notre Dame; el Museo del Louvre… todos tenemos claro qué ver en París. Pero a la pregunta «¿qué ver en París con niños?» puede que más de uno se quede en blanco o no se le ocurra nada más allá del famosísimo parque Disneyland.

No te asustes: hay tantas cosas que ver y hacer con niños en París que después de leer nuestra guía no te faltarán recursos durante el viaje.

Parques y jardines: diversión al aire libre

Son la mejor alternativa si viajas a París en primavera, verano u otoño: hay parques por toda la ciudad, y muchos están pegados a los monumentos más famosos, por lo que tampoco implican grandes desplazamientos. Estos son los más recomendables para ir con niños:

  • El Jardín de las Tullerías: sin duda, los jardines más emblemáticos de París, y unos de los más céntricos: cerca del Museo de Orsay, del Museo de la Orangerie y del Museo del Louvre, cuentan con columpios, una noria (abierta solo durante el verano) y un tiovivo. La mejor opción para visitar museos intercalándolos con un poco de relax al aire libre.
  • Los Jardines de Luxemburgo: uno de nuestros parques favoritos en París, por su belleza (sobre todo en otoño) y la cantidad de rincones bonitos con los que cuenta, con el Palacio de Luxemburgo (sede del senado de Francia) como telón de fondo. Es un parque muy frecuentado por los padres parisinos, que llevan a sus hijos a disfrutar del teatro de marionetas, a montar en el viejo tiovivo o a navegar en velero (se pueden alquilar allí mismo). Además, en ciertas épocas del año se ofrecen paseos en poni para los más pequeños, y el parque cuenta también con cafetería y restaurante.
  • El Campo de Marte: este parque no tiene pérdida, pues está a los pies de la Torre Eiffel. Podéis relajaros allí después de subir a ella, pues cuenta con zonas de columpios y numerosos puestos de comida donde comprar algo para comer o merendar.
  • El Terrain d’Aventures del Jardin des Halles (oficialmente, Jardin Nelson Mandela): una de las mejores opciones en París para visitar con niños, pues dentro de este parque hay otro más pequeño especialmente diseñado para ellos: al área de juegos, acotada con una valla, solo pueden entrar niños de entre 7 y 11 años, y hay educadores que cuidan de ellos para que los padres puedan disfrutar de un ratito de tranquilidad a solas. Este Terrain d’Aventures abre todos los días excepto los lunes y domingos por la mañana, de 10:00-17:00 horas en invierno y hasta las 20:00 horas en verano. Una buena oportunidad para que ellos pasen un buen rato y se relacionen con niños de otros países a la vez que juegan. Antes de salir, no olvidéis echar un vistazo al muro de colores del dinosaurio ;)
  • El Bosque de Vincennes: uno de los mayores pulmones verdes de París y antiguo coto de caza de la realeza; cuenta con varios lagos navegables, un hipódromo, un templo budista, el zoológico de París y hasta un antiguo castillo. Una alternativa perfecta para hacer preparar un picnic e ir a pasar una mañana o el día con nuestros hijos. Para llegar, lo mejor es coger el metro hasta alguna de estas estaciones: Liberté, Porte de Charenton o Château de Vincennes.
  • El Parque de la Villette: aunque un poco alejado del centro, al Parque de la Vilette le pasa como al Bosque de Vincennes, que tiene tantas cosas que ver que es una atracción tanto para adultos como para los más pequeños. Lo más característico del parque son sus follies, una especie de cubos huecos de color rojo diseñados por el arquitecto Bernard Tschumi. Albergan espacios para exposiciones, tiendas o restaurantes y contrastan con el verde de las 25 hectáreas que conforman este parque. Además de un circo, el parque alberga la Cité des enfants (dentro de la La Cité des Sciencies et de L’Industrie), un museo pensado para que los niños descubran los secretos de la ciencia de forma lúdica y amena, y el Jardin du Dragon, un parque donde habita un enorme dragón de 80 metros de largo que, además, hace las veces de tobogán. Puedes llegar al parque en metro (Porte de la Villette).

Más planes con niños…

  • Subir al Ballon de Paris: la promesa de montar en globo aerostático puede mantener a raya hasta a los niños más revoltosos: el mayor globo de Europa se eleva más de 150 metros sobre París y, además de permitirnos unas vistas espectaculares de la ciudad, será una emocionante experiencia para los más pequeños. Cuesta 11 € para adultos, 5 € para niños entre 3 y 11 años y es gratis para menores de 3 años. Está en el Parque André Citroën (metro Balard o Javel) y abre todos los días desde las 09:00.
  • Ir al zoo de la Ménagerie: el zoológico más antiguo de París se encuentra dentro del Jardin des Plantes, un jardín botánico enclavado muy cerca del barrio latino. Para llegar puedes utilizar el metro (Gare d’Austerlitz o Censier Daubenton), la RER (línea C, Gare d’Austerlitz) o el batobus (Jardin des Plantes).
  • Visitar la Torre Eiffel: un plan perfecto para mayores y pequeños a partes iguales, pues mientras uno disfrutarán de las maravillosas vistas desde sus miradores, otros se entretendrán con la historia del monumento tratando de resolver los misterios que entraña la torre de la manode GusGus, el protagonista de un juego que les darán antes de entrar para que descubran algunas curiosidades y aprendan durante la visita. Dos consejos: saca las entradas con antelación (para evitar las tediosas colas de entrada) y, si puedes, deja el carrito en el hotel: te obligarán a plegarlo y te tocará cargarlo durante toda la visita…
  • Aprender sobre ciencia en el Palais de la Découverte: situado en el Grand Palais, este museo dedicado a los niños es una parada interesante para hacer con ellos mientras recorremos los Campos Elíseos. Allí podrán explorar, «trastear» y llevar a cabo todo tipo de experimentos científicos de la mano de sus monitores, que les enseñarán a entender conceptos como la energía, la velocidad o la física o cómo funciona el Sistema Solar.
  • Granjeros por un día en las granjas de Gally (Ferme Ouverte de Gally): aunque se encuentra fuera de París, si alquilas un coche puedes llegar en apenas media hora y es un lugar estupendo para visitar con niños, pues se trata de una granja real adaptada para ellos, donde podrán dar de comer a los animales, ciudar la huerta o fabricar su propia miel, mantequilla o pan, gracias a los numerosos talleres de 45 minutos que ofrece (para niños entre 3 y 12 años). Abre de 09:00-19:00 horas todos los días de la semana y la entrada a la zona es gratuita (se paga solo lo que recolectes para llevarte a casa). Para participar en los talleres sí que se paga aparte (3,60 € por niño).

… y no tan niños

Viajar con adolescentes puede ser, en ocasiones (en casi todas) un reto aún mayor que hacerlo con niños pequeños.

  • Un buen plan para mantenerlos entretenidos en verano es el Aquaboulevard, un parque acuático enorme, con todo tipo de atracciones acuáticas donde además de refrescarse, pasarán un rato entretenido.
  • Otro plan atractivo puede ser visitar el Acuario de París (Cineaqua), en la zona de Trocadero, que cuenta con más de 10.000 especies acuáticas, ofrece proyección de documentales y actividades didácticas para niños. Para llegar basta con utilizar el metro hasta la parada de Trocadero.
  • También podemos preparar algo de comida para llevar y hacer una excursión a Versalles. Aparte de ver el palacio en sí, podemos pasear por sus interminables jardines, visitar la antigua granja de María Antonieta, alquilar unas bicis o dar un paseo en barca.

Si viajas a París con niños en Navidad, echa un vistazo a nuestro artículo sobre París en Navidades. ¡Te dará muchas ideas!

Parques de atracciones

París cuenta con unos cuantos parques temáticos donde pasar un gran día en familia. Todos ellos están adaptados para la visita con niños y cuentan con cambiadores, salas de lactancia, servicio de alquiler de sillitas de paseo, etc.

Disneyland Paris, la joya de la corona

Sin duda, el parque temático por excelencia de París (y de Europa). Allí los niños disfrutarán viendo a sus personajes de Disney favoritos, asistiendo a sus espectáculos de magia y desfiles o montando en las numerosas atracciones.

Aunque el parque sea todo un paraíso para los más pequeños, hay opciones de entretenimiento para todas las edades (los Walt Disney Studios son la zona del parque más recomendada para adolescentes y adultos), muchos restaurantes donde comer (con menú infantil y algún regalo incluido) e incluso hoteles donde alojarse por si prefieres ir con más calma y pasar una noche allí. Una ventaja del parque es que ofrece servicios como el cambio de bebé (para que dos padres puedan montarse en las atracciones en turnos alternos, y quedarse cuidando del bebé mientras tanto sin tener que volver a hacer toda la cola).

El broche de oro lo pone el gran desfile nocturno junto al castillo de la Bella Durmiente. Seguro que a tus hijos les dará un patatús cuando vean semejante explosión de música y de fuegos artificiales ;)

El Parque Astérix, ese gran desconocido

Muchos franceses piensan que el Parque Astérix es mucho mejor que Disneyland: menos masificado, con más parques y jardines, y más didáctico, pues cuenta con diferentes ambientes: un antiguo poblado romano, una zona dedicada a los vikingos, otra al París medieval y otra a la Grecia clásica. La guinda la pone una magnífica montaña rusa de madera.

El Jardín d’Acclimatation

Se trata de una especie parque de ocio situado dentro de París, con muchos planes para niños que combinan cultura, naturaleza y atracciones: talleres didácticos, un circo, paseos en barco o en un trenecito que recorre el parque, montar en poni, ver a los animales de granja, un teatro de títeres… una gran opción para entretenerlos antes o después de visitar la cercana Fundación Louis Vuitton (uno de nuestros miradores favoritos en París).

El Playmobil Funpark

En este parque no sabemos si disfrutarán más los niños o los padres, pues se trata de un parque temático dedicado a los Playmobil (los clicks de toda la vida), el juguete por excelencia en la infancia de muchos.

Aquí uno puede meterse (literalmente) en sus principales juguetes, reproducidos a gran tamaño, entre ellos su codiciado barco pirata. 11 áreas de juego en total (una pensada para niños entre 1 y 3 años), acompañadas por diferentes espectáculos de entretenimiento y actividades para niños.

Aunque se encuentra en las afueras de París, merece la pena una visita para padres nostálgicos con ganas de entretener a la prole mientras recuerdan viejos tiempos. Se puede llegar en RER, bajando en la estación de La Croix-de-Berny.

Museos de París con niños: ¿por qué no?

De entrada puede que la idea de entrar en algún museo con niños nos eche para atrás por mucho que nos interese visitarlos, pensando que se van a aburrir y no nos van a dejar verlo tranquilos. Pero lo cierto es que en París la mayoría de los museos tienen actividades pensadas para ellos, y a nosotros nos parece que si sabemos presentar las cosas de una forma atractiva y entretenida para ellos, no hay por qué renunciar a visitar un museo.

Estos son los mejores museos para visitar con niños en París:

  • El Museo de Historia Natural: un imprescindible para que conozcan las diferentes especies de animales, aprendan qué es un fósil o conozcan los diferentes hábitats naturales del planeta. Cuenta, además, con una galería específicamente dedicada para ellos.
  • El Museo del Louvre: lo sabemos; es un museo mastodóntico y abruma hasta a los adultos. Pero se puede visitar con niños en pequeñas dosis, para explicarles por qué la Mona Lisa es uno de los cuadros más famosos de la historia o cómo vivían los antiguos egipcios. Igualmente, el museo ofrece audioguías adaptadas para ellos. Más ventajas: si vas con carrito de bebé tendrás acceso prioritario, y los menores de 18 años no pagan por entrar al museo.
  • El Museo Grévin: es un museo de cera como cualquier otro (hay niños a los que les dan miedo este tipo de figuras, tenlo en cuenta antes de planificar la visita), pero se puede pasar un rato divertido jugando a reconocer a los personajes famosos o contemplándote deformado en sus espejos trucados.
  • El Musée en Herbe: parece que en un museo que se define como «destinado a cualquiera entre 3 y 103 años» sería imposible aburrirse. Y así sucede en este museo dedicado a las artes, con exposiciones adaptadas para todas las edades para conocer de cerca cómo funciona el mundo de la cultura o el proceso creativo a través de grandes artistas, personajes famosos como Tintín y actividades interactivas para hacer más amena la visita.
  • El Museo de la Magia: uno de los museos más curiosos de París es este museo emplazado en Le Marais y dedicado al mundo de la magia y sus curiosidades. Ya desde la taquilla de entrada nos sorprenderán con algún pequeño truco, y dentro podremos descubrir todo tipo de artefactos, inventos de lo más estrambótico y disfrutar de alguno de los espectáculos de magia gratuitos. Inolvidable para visitar con niños. Para llegar, lo más rápido es coger el metro hasta Saint Paul.

¿Te hemos convencido? ;)

Consejos de supervivencia

  • El transporte, tu gran aliado: puede que caminar 8 horas por París para no perderte nada sea la mejor opción para ti, pero los niños seguro que se cansarán después de una buena caminata: una alternativa muy práctica es utilizar el batobús. Te llevará a través del Sena a los monumentos más importantes de París minimizando el tiempo en desplazamientos, podréis subir y bajar tantas veces queráis y seguro que a los niños les hará ilusión moverse en barco por París.
  • Lleva siempre algo para picar: ya sabemos a veces a los niños les entra hambre en los lugares más insospechados… por eso, lo mejor es que compres de comer y de beber en algún supermercado, que puedas darles en cualquier momento y que te dará un poco más de flexibilidad a la hora de hacer tus visitas. De todas formas, por todo París encontrarás cafeterías y puestos de comida donde reponer fuerzas.