El Museo Nacional de Historia Natural de Francia (Muséum national d’Histoire naturelle) es uno de los mejores museos de París. Así, sin más.
Y es que además de estar situado en mitad de un entorno natural único, el del Jardin des Plantes, su colección de fósiles de dinosaurios, su Gran Galería de la Evolución y su labor investigadora lo convierten en una visita obligada en la capital francesa, especialmente si vas a viajar a París con niños.
El Museo Nacional de Historia Natural: perfecto para visitar en familia
La colección del Museo Nacional de Historia Natural de Francia abarca la mayor parte de los campos dedicados a la investigación y preservación de especies animales y vegetales, incluyendo muestras de especies ya extinguidas.
De este modo, a través de sus galerías podemos profundizar en materias como la geología, la zoología y la paleontología (te recomendamos no perderte el espacio dedicado a los minerales, donde puedes ver varias muestras de meteoritos). También es visita obligada la zona dedicada a la paleontología, donde podrás contemplar un buen número de ejemplares de fósiles de grandes animales vertebrados, entre ellos un gigantesco rinoceronte que, según se cuenta, perteneció al mismísimo Luis XV (le fue obsequiado por un diplomático francés destinado en la India).
Lo cierto es que el Museo de Historia Natural de París posee una de las mejores y más completas colecciones de ciencias naturales del mundo, y junto con el Museo de Historia Natural de Londres, está considerado entre los mejores de Europa.
El Jardin des Plantes (Jardín de las Plantas)
El Jardin des Plantes es un enorme jardín botánico situado en pleno centro de París, y con varios siglos de existencia: fue fundado a mediados del XVII por el rey Luis III, que impulsó la creación de un área en París dedicada a la conservación de plantas medicinales.
Desde entonces, este Jardín de las Plantas de París ha ejercido como uno de los principales focos de investigación botánica del país. Ya a comienzos del XX abrió sus puertas al público convirtiéndose en un museo de ciencias naturales, cuyo edificio fue instalado en mitad del jardín.
La Gran Galería de la Evolución
La visita estrella de este museo de ciencias naturales de París es sin duda la Gran Galería de la Evolución, que explica la evolución de las distintas especies animales a través de los siglos y como parte de su adaptación al medio. En ella se exponen varios animales propios de la sabana a tamaño natural, que conforman una imagen increíble.
Además, desde la Gran Galería de la Evolución se obtiene una bonita panorámica del Jardin des Plantes.
Si tienes la suerte de ser padre de uno de esos niños a los que les apasionan los dinosaurios, no dejes de llevarlo al Museo de Historia Natural de París: te aseguramos que le sorprenderá y lo pasaréis en grande.
Asimismo, los más pequeños tienen un área del museo dedicada a ellos, la Galerie des Enfants, donde pueden aprender experimentando y descubriendo las especies de los distintos ecosistemas.