Barrio de Montmartre

Dirección: barrio de Montmartre, París.
Cómo llegar:
• Metro: Anvers (línea 2), Abbesses (línea 12), Pigalle (líneas 2 y 12) y Blanche (línea 2).
• Autobús: nº 68, 81 y 95.

Aunque no hayas estado nunca en la ciudad, es probable que te suenen muchas de las imágenes típicas del barrio de Montmartre de París.

Y es que el barrio de los pintores parisino es uno de esos barrios que han ejercido a menudo como telón de fondo de libros, canciones y películas, aunque sin lugar a dudas fue la famosísima Amélie la que lo catapultó a la fama.

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Pero la historia de Montmartre se remonta mucho más atrás en el tiempo; antes de ser hogar de pintores, artistas e intelectuales, Montmartre fue, fundamentalmente, el viñedo de París (aún hoy se puede ver en la zona un pequeño viñedo). Era el Montmartre de los molinos de viento, cuyos bucólicos paisajes fueron inmortalizados por Renoir o Van Gogh.

Hacia el siglo XIX existían decenas de molinos en Montmartre, aunque hoy en día solo se conservan un par: el viejo Moulin Blute-Fin y el Moulin Radet, que pasaron a formar parte del actual Moulin de la Galette (que alberga un restaurante).

Visita guiada por Montmartre en español

Escenario de la Belle Époque

Montmartre, realmente, no formó parte de la ciudad de París hasta mediados de los años sesenta. Lugar de concentración de burdeles y locales de alterne, muchos parisinos despreciaban este barrio de mala fama.

Otros, especialmente los intelectuales y artistas, lo concebían como una de las zonas más inspiradoras de París y es difícil encontrar un solo artista entre finales del XIX y comienzos del XX que pasara por París y no recalara en Montmartre. Algunos incluso se instalaron a vivir en el barrio, como Toulouse-Lautrec, sin duda el mejor “retratista” de Montmartre.

Recorriendo el barrio: qué ver en Montmartre

En tu visita a Montmartre te aconsejamos ir más allá de su monumento más famoso, la Basílica del Sacré Coeur, y dedicar unas horas a recorrer este barrio que no es demasiado extenso, pero que sin duda te atrapa con sus rincones inolvidables.

  • Nosotros te aconsejamos comenzar tu visita a Montmartre desde la estación de metro de Blanche, epicentro del barrio de Pigalle. Al salir, lo primero que verás será el emblemático cabaret Moulin Rouge. Durante el día luce apagado y no tiene tanta gracia como de noche, pero una fotografía al molino más descarado de Francia no puede faltar en tu álbum parisino.
  • Desde ahí puedes caminar hasta la Basílica del Sagrado Corazón, otro de los iconos del barrio, y subir hasta ella en el funicular de Montmartre o a pie por las escaleras para salvar los 130 metros de desnivel. Sus cúpulas blancas son reconocibles desde cualquier punto de París, y gracias a su altura, el Sacré Coeur ofrece una de las mejores vistas de la ciudad, sobre todo al caer la tarde.
  • Tras visitar el Sacré Coeur, caminando apenas unos metros, encontrarás la Iglesia de Saint-Pierre de Montmartre. Esta curiosa iglesia queda a menudo olvidada por los turistas, eclipsada por la famosa basílica, y sin embargo merece la pena echarle un vistazo. Su origen se remonta al siglo XVI y su importancia histórica radica en que está considerada el lugar donde los fundadores de la Compañía de Jesús tomaron sus votos en el año 1534.
  • Continúa hasta la Place du Tertre, a unos 5 minutos. Llena de cafeterías y restaurantes (bastante turísticos) en esta plaza encontrarás pintores y artistas callejeros que exponen sus obras con esperanza de venderlas a alguno de los miles de turistas que la transitan cada día.
  • Si quieres profundizar en la historia del barrio, acércate hasta el Museo Montmartre, ubicado sobre el antiguo edificio del Hôtel Demarne. Es un museo muy interesante donde puedes observar infinidad de obras, objetos y textos que recorren el pasado de la zona (y por cierto: esta fue la residencia de Maurice Utrillo, uno de los pintores más célebres de Montmartre).
  • Como colofón al paseo por Montmartre, dirígete hacia la zona de Abesses, concretamente hacia la Place Jehan Rictus, donde verás un gran mural compuesto por cientos de azulejos donde puede leerse “Te quiero” en decenas de idiomas. Le mur des je t’aime constituye toda una declaración de intenciones por parte de la ciudad del amor.

Montmartre, el París de Amélie

Puedes descubrir los rincones más emblemáticos de Montmartre realizando el itinerario que sigue los pasos de Amélie, la protagonista de la película del mismo nombre dirigida por Jean-Pierre Jeunet.

  • Si subes por la Rue Lepic, en el número 15 encontrarás el Café des Deux Moulins, en el que se filmaron varias escenas. En esta acogedora cafetería pasa buena parte de la película su dulce protagonista trabajando como camarera. No te cortes y entra a conocerlo si eres fan de la película; el personal está acostumbrado a los visitantes rápidos, que solo piden un café para hacerse una fotografía. Está muy cerca del Moulin Rouge, por lo que puedes visitarlo al comienzo de tu paseo por Montmartre.
  • Tampoco te pierdas el puesto de frutas más famoso de Francia, Au Marché de la Butte (Rue des Trois Fréres), donde Amélie hace sus compras. Se ha conservado prácticamente tal cual aparece en la película.La Place du Tertre en la visita guiada por Montmartre
  • Muy cerca del punto anterior (en la Rue des Trois Frères 56) se encuentra la fachada que hacía las veces de casa de Amélie en la película. Los interiores se rodaron en un estudio de cine, pero la puerta azul sigue ahí.
  • A 5 minutos de la Place du Tertre, muy cerca del Museo de Montmartre, encontrarás la Rue Saint-Vincent, la calle con cuya imagen da comienzo la película.
  • Por último, si hay un rincón romántico en Amélie es sin duda la Place Saint-Pierre, situada a los pies del Sacré Coeur. Desde esta plaza llama Amélie a Nino para devolverle su álbum; aunque la cabina no existe en realidad, el tiovivo sí :)

Dónde comer en Montmartre

Seguro que al pasear por Montmartre se te ha despertado el apetito… aquí van unas cuantas recomendaciones de cafés y restaurantes donde hacer una pausa:

  • El Moulin de la Gallete, en la Rue Lepic, es un sitio precioso para comer o tomar algo, aunque demasiado turístico. No es precisamente económico, pero tampoco es algo prohibitivo y merece la pena si te apetece darte un capricho en este antiguo molino que antaño fue un teatro de variedades al que acudían pintores de renombre como Van Gogh.
  • En la zona de Abesses te recomendamos Seb’on, un restaurante pequeñito y acogedor con una comida deliciosa y buen precio (Rue d’Orsel 62) y La Cave Gourmande (Rue des Martyrs 96), un buen lugar para degustar lo mejor de la cocina francesa a precios razonables.
  • Otros restaurantes en Montmartre que nos gustan son Le Jardin den Face (Rue des Trois Freres 29) y La Mandigotte (Rue Lepic 68), perfectos para una cena en pareja sin dejarse la cartera, y La boite aux lettres (Rue Lepic 108), un café con encanto que a veces tiene música en directo.

La bohéme de París concentrada en un barrio

A la hora de organizar tu itinerario por Montmartre, nosotros te aconsejamos visitarlo por la mañana temprano, cuando apenas ha despertado y está mucho más tranquilo, o a última hora de la tarde, cuando está más atestado de gente pero con más ambiente.

Montmartre tiene una cara más turística, concentrada en los alrededores de la Place du Tertre, y una más auténtica y bohemia, la de los de jardines asalvajados, las casas de muros desconchados y los artistas callejeros que trabajan en sus pinturas al aire libre. No te pierdas ninguna de las dos y disfruta del paseo por uno de los lugares más bellos de París.

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