El funicular de Montmartre en París te transporta desde la Place Saint-Pierre hasta la entrada de la Basílica del Sagrado Corazón en apenas un minuto y medio.
Nosotros debemos confesar que siempre nos ha gustado subir a pie las escaleras de la Butte hasta llegar al Sacré Coeur, pues el trayecto tiene su encanto y si no viene mucha gente, puedes ir parándote para hacer fotos a lo largo de estos cientos de escalones (difíciles de afrontar si llevas todo el día haciendo turismo en París a pie, hay que reconocerlo).
Pero si no te apetece hacer el esfuerzo, vas justo de tiempo o viajas con personas mayores, con movilidad reducida o bebés, el funicular de Montmartre es la mejor opción para llegar hasta la basílica y disfrutar de las vistas desde el mirador superior. Su principal ventaja es que podemos utilizarlo con un billete de transporte normal, como los que utilizamos para movernos en transporte público por París.
Vamos a ver cómo funciona.
Algunos datos de interés
- El funicular de Montmartre opera desde hace más de 25 años en su versión actual (como funicular eléctrico), pero en realidad funciona desde 1900, cuando se inauguró el primer funicular en este lugar para conectar ambos tramos. Este primer funicular funcionaba mediante un sistema hidráulico que se mantuvo hasta los años 30, cuando el agua y las cisternas que empleaba para moverse fueron sustituidas por la electricidad.
- Cuenta con dos cabinas que se cruzan continuamente al subir y bajar, con espacio para 60 personas cada una. Lo más significativo del funicular es que el techo de las cabinas es acristalado, por lo que te permite ir abriendo boca con las vistas de la Basílica del Sacré Coeur según vas subiendo.
- Como te comentábamos antes, al estar gestionado por la RATP, la compañía de transporte público de París, los billetes para utilizarlo son los mismos que para cualquier otro medio de transporte. Eso sí, si vas a utilizarlo por la noche, tienes que llevar el billete ya comprado, pues la taquilla del funicular cierra.
¿Merece la pena utilizar el funicular de Montmartre?
Bueno, aquí, como en todo, la respuesta depende de tus necesidades y preferencias.
- Es lo más cómodo y rápido, y la principal ventaja es que permite a las personas con movilidad reducida visitar la zona de Montmartre, de difícil acceso por su situación en altura y llena de cuestas.
- Como su precio no es más que el de un billete sencillo, si estás muy cansado de caminar por la ciudad puedes utilizarlo también, y te ahorrarás una buena subida a pie. Además, si ya tienes algún abono de transporte como el Passe Navigo, Paris Visite o la Paris Pass, es una buena forma de amortizarlos.
- La principal desventaja es que en temporada alta (verano, Semana Santa e incluso algunos fines de semana) la afluencia de turistas es tal que hay largas colas para subir al funicular de Montmartre, aunque lo cierto es que van relativamente rápido.
Cómo subir a la Basílica del Sagrado Corazón sin utilizar el funicular de Montmartre
Si no te apetece esperar colas ni gastar un billete de transporte en el funicular, hay varias alternativas para subir hasta el Sacré Coeur:
- La más económica (¡y saludable!), la que te contábamos al principio: subir a pie por las escaleras, que verás justo al lado de la entrada al funicular. Es una subida empinada, pero se puede hacer sin problemas.
- La alternativa menos directa pero más cómoda: utilizar el Montmartrobus, un servicio especial de autobús que conecta la Place Pigalle (donde está en Moulin Rouge) con la Basílica del Sagrado Corazón. Además, te permite ir viendo el barrio desde el autobús y, lo que es más interesante, hacer paradas intermedias en lugares simbólicos de Montmartre como la zona del metro Abbesses, la Place du Tertre o el Moulin de la Galette.