Museos de Roma

La cantidad y calidad de museos de Roma es considerable, dado el rico patrimonio histórico y cultural de la ciudad. Parece difícil decidirse solo por uno o poder dedicarles el tiempo que nos gustaría.

No obstante, merece la pena seleccionar un par de buenos museos en tu viaje a Roma y para ayudarte hemos elaborado esta lista con los que en Guías Nómadas nos parecen los museos imprescindibles de Roma.

Son muchos, así que echa un vistazo a cada uno de ellos haciendo clic en su nombre y podrás conocer en profundidad qué colecciones tienen y sus obras imperdibles (por si vas con muy poco tiempo pero no quieres renunciar a su visita).

También te ofrecemos toda la información actualizada sobre horarios y precios de los museos de Roma.

Echa un vistazo a nuestro artículo sobre la Roma Pass, una tarjeta turística que incluye la entrada gratis o con descuento a la mayoría de museos de Roma.

Por último, recuerda que en nuestros itinerarios en Roma encontrarás incluidos los principales museos y galerías de la ciudad, por si te cuadra visitarlos durante la ruta. Así puedes hacerte un mapa de los museos de Roma (aunque sea mental) y tener en cuenta su situación para hacer una visita si el tiempo te lo permite.

¡Vamos allá!

Los 5 mejores museos de Roma: IMPRESCINDIBLES

Estos son los mejores museos de Roma (en nuestra opinión) y además TODOS los demás museos por si tienes tiempo o según tus preferencias.

1. Museos Capitolinos

Pese a no ser muy amplios, los Museos Capitolinos están considerados el primer museo como tal de Europa. Su colección reúne varias joyas del arte clásico repartidas entre sus dos edificios (el Palacio de los Conservadores y el Palacio Nuevo), situados sobre la Plaza del Campidoglio, muy cerca del Monumento a Víctor Manuel II.

Para nosotros son un museo imprescindible en Roma por su completa colección, sus grandiosas galerías y por supuesto, por el valor único de sus obras: desde la emblemática Loba Capitolina a la escultura colosal de Constantino, pasando por la gigantesca estatua ecuestre de Marco Aurelio o el Tabularium, una galería porticada que constituye el mejor mirador de Roma para ver el foro romano. ¡No te los pierdas!

2. Museos Vaticanos

Hay que dedicarle, como mínimo, un día, a la vasta colección de arte que albergan todos los Museos Vaticanos y que se completa con la inigualable Capilla Sixtina, cuya entrada está incluida en la de los museos. Los Museos Vaticanos están compuestos por varios museos que abarcan obras de diferentes períodos históricos, desde el Antiguo Egipto a la Grecia Clásica o el Renacimiento, fruto de las colecciones privadas de diversos papas desde el siglo XVI. Una quincena de espacios con sus respectivas galerías, entre las que se incluye la Pinacoteca Vaticana, dos museos de escultura (el Museo Pío-Clementino, con obras famosas como Laoconte y sus hijos, y el Museo Chiaramonti), un museo egipcio, las inolvidables estancias pintadas por Rafael, la Capilla Sixtina, la Galería de los Mapas y la Galería de los Tapices y el curiosísimo museo de carruajes antiguos.

3. Galería Borghese

Escondida tras la entrada de un pequeño palacete situado al final del parque de Villa Borghese, la colección de la Galería Borghese es pequeña pero magnífica por su valor artístico. Una muestra maravillosa de pintura, escultura y mosaicos antiguos que la convierten en uno de los mejores museos de Europa. ¿La estrella de su colección? Sin duda, la Dama con unicornio de Rafael, con esa mirada que traspasa el cuadro.

Visitar la Galería Borghese parece misión imposible si no llevas la entrada comprada con antelación, y es que solo se puede acceder durante un par de horas y en la fecha y hora especificadas en la misma. Pero la visita merece (y mucho) la pena.

No obstante, hay algún truquillo para visitar la Galería Borghese sin llevar la entrada comprada. Echa un vistazo a nuestro artículo dedicado a la Galería Borghese y descubre todo lo que necesitas saber para organizar tu visita.

4. Galería Nacional de Arte Antiguo (Galería Barberini)

Muy cerca de la plaza del mismo nombre, el Palacio Barberini acoge un completo museo centrado, sobre todo, en la pintura de los siglos XIII al XVIII. El propio edificio, con su arquitectura barroca y diseñado por Carlo Maderno, es una obra en sí mismo. En él trabajaron Borromini (que realizó la peculiar escalera en espiral del interior), Bernini y Pietro da Cortona, cuyos frescos en el salón central impresionan por su realismo.

La Galería Nacional de Arte Antiguo se recorre tranquilamente en un par de horas y merece la pena visitarla por contemplar obras como La Fornarina de Rafael (inspirado en su propia amante, conocida con este apodo) o el escalofriante cuadro de Caravaggio dedicado al episodio bíblico de Judith y Holofernes.

5. Galería Nacional de Arte Moderno (GNAM)

El Palacio de Bellas Artes de Roma alberga la colección más completa de la ciudad de arte moderno, que nació a finales del XIX, tras la unificación italiana, con la vocación de reunir bajo un mismo espacio las principales obras del arte del XIX (y que pronto incorporó también obras de artistas contemporáneos).

Actualmente pueden contemplarse en sus galerías algunas de las mejores esculturas de Antonio Canova y cuadros famosos de Van Gogh, Klimt, Monet, Mondrian, De Chirico o Pollock. Asimismo, la arquitectura del propio museo es impresionante y sus jardines un remanso de paz donde tomarse un descanso del turismo intensivo por Roma.

Al contrario que sucede con otros museos de arte contemporáneo europeos, donde si no conoces en profundidad el arte contemporáneo puedes verte muy perdido, la Galería Nacional de Arte Moderno tiene una colección accesible para cualquiera que disfrute con el arte y para nosotros es un museo de Roma imprescindible.

Otros museos de Roma que merecen la pena

Si cuentas con tiempo suficiente durante tu viaje a Roma, echa un vistazo a estos otros museos de Roma.

Museo de Roma

Situado en un extremo de la céntrica Plaza Navona, en el Palacio Braschi, la colección del Museo de Roma recorre la vida artística y social de la capital italiana desde sus orígenes hasta el siglo XX. Sus salas cuentan con obras de lo más variopinto, incluyendo pinturas, esculturas, maquetas que reproducen zonas y monumentos de la antigua ciudad, carruajes, mapas, carteles y textos, objetos de uso cotidiano…

No es un museo imperdible en un primer viaje a Roma teniendo en cuenta todo lo que hay que ver en la ciudad y la sombra de otros museos romanos como los Museos Capitolinos o los Museos Vaticanos, pero puedes hacerle una visita si vas a pasar varios días en Roma y tienes tiempo suficiente (o si te pilla un día de lluvia, en los que los museos son el lugar perfecto para refugiarse).

Galleria Doria Pamphilj

El Palacio Doria Pamphilj custodia una de las mayores y más antiguas colecciones privadas de arte de Roma tras los muros de su palacio, situado entre la comercial Via del Corso y la Via della Gatta.

La familia Doria Pamphilj ha sido, desde hace varios siglos, una de las familias aristocráticas más ricas de Italia; almirantes y papas aparecen en un árbol genealógico no exento de polémica en las últimas décadas, cuando la ausencia de hijos biológicos enfrentó a los últimos herederos de la familia.

En la actualidad el Palazzo Pamphilj continúa gestionado por la familia, y cuenta con una valiosa colección de pinturas del Renacimiento y del Barroco, entre las que destaca el retrato que Velázquez hizo del papa Inocencio X, miembro de la familia Doria Pamphilj, y que incluye además obras de Rafael, Memling o Caravaggio.

Museo Nacional Etrusco (Villa Giulia)

Aunque te suene a la Roma antigua, Villa Giulia fue construida por el papa Julio III a mediados del XVI, inspirada en parte en el estilo de las clásicas villas imperiales, y como lugar de descanso en las afueras de la ciudad. Se mantuvo en manos de la Iglesia hasta finales del XIX, cuando el Estado la expropió y cedió para la fundación del Museo Nacional Etrusco.

Merece la pena acercarse a visitar Villa Giulia para deleitarse con su Ninfeo y sobre todo para conocer de cerca una de las colecciones de arte etrusco más completas del mundo, que incluye esculturas, frescos, cerámicas, mosaicos, joyas y sarcófagos inolvidables como el Sarcofago degli Sposi.

Villa Farnesina

El barrio de Trastevere esconde muchos secretos más allá de sus turísticas trattorias y uno de ellos es esta Villa Farnesina construida a principios del siglo XVI por la familia de banqueros Chigi y comprada poco después por el cardenal Alejandro Farnesio.

Es uno de los mejores ejemplos que se pueden encontrar en Roma en lo que a arquitectura renacentista se refiere, y su principal valor reside en las partes decoradas por Rafael y sus discípulos (impresionante la Sala de Galatea con sus tonos de azul intenso), que nos dan la pista del lujo con el que aquí se vivía.

Palacio Venecia

En Roma abundan los palacios transformados en museos y el Palacio Venezia, situado en la Plaza Venecia, a dos pasos del Monumento a Víctor Manuel II, es uno de los más conocidos por su posición privilegiada el pleno centro histórico de la ciudad, y también por su controvertida relación con la historia de la ciudad: se cuenta que fue construido con piedra extraída del Coliseo, y además tuvo un relevante papel durante el Fascismo y la Segunda Guerra Mundial, cuando funcionó como oficina de Mussolini, que se dirigía a las multitudes agolpadas junto a la fachada desde uno de los balcones.

Su nombre proviene de la función que ejerció durante tiempo, la de ser embajada de la República de Venecia, y hoy en día se puede visitar por dentro para conocer su colección de artes menores desde el Cristianismo primitivo hasta el Renacimiento.

Museo Nacional Romano

El Museo Nacional Romano fue fundado poco después de la unificación de Italia a finales del XIX, cuando la renovación de la ciudad dejó al descubierto nuevos hallazgos arqueológicos que permitieron alimentar rápidamente la colección del museo; bajo la denominación de Museo Nacional Romano (no hay que confundirlo con el Museo de Roma) se agrupan cuatro museos repartidos por la ciudad que albergan una amplísima colección de arte antiguo clásico, desde el siglo V a.C. hasta el siglo III d.C.

Hoy podemos acercarnos a esta colección visitando alguna de sus cuatro sedes: la de las Termas de Diocleciano, la de la Cripta Balbi o la de sus dos palacios, el Palacio Massimo y el Palacio Altemps, dedicados al arte romano y renacentista respectivamente.

Galería Spada (Palacio Spada)

Esta pequeña joya poco visitada por la mayoría de turistas guarda un secreto asombroso: la galería con falsa perspectiva de Borromini.

Se trata de una de las mejores obras del italiano, que dio rienda suelta en este patio a su talento como ilusionista, creando un trampantojo que engaña al visitante, al que le parecerá que el pasillo de la galería se extiende mucho más allá de lo que en realidad lo hace, y cuya escultura central parece tener grandes proporciones cuando apenas sobrepasa el medio metro.

Además, la Galería Spada cuenta con una pinacoteca interesante que incluye obras de Rubens, Tiziano y Caravaggio.

Museo Nacional del Castillo de Sant’Angelo

El Castillo de Sant’Angelo, antigua residencia papal y cárcel, no constituye, en nuestra opinión, una de las visitas imprescindibles en Roma, pero si vas a entrar porque te interesa, por ejemplo, subir a su mirador, puedes completar tu recorrido deteniéndote durante una hora en el interior, cuyo conjunto de salas y obras de arte conforman el denominado Museo Nacional del Castillo de Sant’Angelo.

Algunas de sus estancias, decoradas ricamente, exponen armas y armaduras antiguas, algunas obras menores de pintura y escultura y una completa colección de cerámicas.

¿Qué museos en Roma visito si voy a estar pocos días? ¿Cuáles son los museos más importantes de Roma?

Si has llegado al final de este artículo (¡enhorabuena!) puede que te preguntes si alguno de los museos anteriores está incluido entre los museos gratis en Roma.

Sentimos confirmarte que los mejores museos de Roma son todos de pago (excepto la Perspectiva Borromini de la Galería Spada, que puedes contemplar desde el patio del museo sin necesidad de pagar entrada).

Si quieres viajar a Roma barato o lógicamente no tienes tiempo de ver todos ellos, lo más práctico es que seas selectivo y escojas solo un par de museos en función de tus intereses personales:

  • Si te apasionan la cultura clásica y la historia antigua, no te pierdas los Museos Capitolinos ni los Museos Vaticanos.
  • Si lo tuyo es el arte contemporáneo, ve directo a la Galería Nacional de Arte Moderno (GNAM).
  • Si eres amante de la pintura, disfrutarás la Galería Borghese y la Galería Barberini, sin olvidar la magnífica pinacoteca de la Galleria Doria Pamphilj y de los Museos Capitolinos y del Vaticano.
  • Si quieres conocer en profundidad la historia de Roma a lo largo de los siglos, visita el Museo de Roma, que además está muy céntrico.
  • Si te gusta la arquitectura renacentista, disfrutarás de lo lindo en los Museos Vaticanos, con las estancias de Rafael y la Capilla Sixtina, y en la Villa Farnesina.