Boca de la Verdad (Bocca della Veritá)

En una pequeña iglesia se custodia la Boca de la Verdad de Roma (Bocca della Verità), una de las atracciones más queridas por quienes visitan la ciudad.

Situada en un lateral del patio de acceso a la Iglesia de Santa María in Cosmedin, la Boca de la Verdad es famosa desde hace siglos por su capacidad de detectar mentirosos; el cine la hizo inmortal en una inolvidable escena de Vacaciones en Roma y, hoy en día, las largas colas durante todo el año a la puerta de la iglesia nos dan la pista de hasta qué nivel la Bocca della Veritá se ha convertido en una visita imprescindible en la capital italiana.

La ¿verdadera? historia de la Boca de la Verdad

Lo primero que te tenemos que decir respecto a la Boca de la Verdad es que sus dimensiones, en directo, te van a sorprender: se trata de un enorme disco de mármol de casi una tonelada y media de peso y de 1,75 metros de diámetro.

Pero… ¿de dónde salió esta piedra? ¿Qué función tenía?

Como podrás imaginar, la Boca de la Verdad no siempre estuvo donde hoy la vemos.

Aunque su origen no está nada claro, se cree que data del siglo I, y que pudo formar parte del alcantarillado del cercano Circo Máximo, como tapa de un desagüe. Así, sin más.

Desde luego, su arquitectura, algo tosca, representando el rostro de un Fauno o del dios romano Júpiter (tampoco se sabe con certeza) y que podemos resumir en un par de orificios para los ojos, otro para la nariz y otro más grande para la boca, rodeados por unas barbas, bien podría corresponderse con esta función.

La Boca de la Verdad, leyendas de un oráculo peculiar

Son varias las leyendas de la Boca de la Verdad que circulan por ahí desde hace siglos, pues su fama como detectora de mentirosos viene de largo:

De época romana es la leyenda que cuenta que una mujer que engañaba a su marido fue conducida ante la Bocca della Veritá para probar su fidelidad. Consciente de su engaño, la mujer decidió fingir un desmayo antes de introducir la mano en la famosa piedra, y su amante, que se encontraba presente camuflado entre el resto de asistentes al juicio, la recogió del suelo. Después, la mujer introdujo la mano en la piedra sin reparos, afirmando que solo dos hombres la habían tocado en su vida: su marido y el que acababa de recogerla. ¿Ingenioso, no?

Ya en la Edad Media, hay testimonios que narran cómo los acusados de delitos varios eran conducidos hasta la piedra para introducir la mano y probar su inocencia. A algunos, de cuya culpabilidad ya estaban convencidos los jueces, se les cortaba la mano con una espada situada tras la Piedra de la Verdad. Cosas de la Edad Media…

También se consideró durante un tiempo que la Boca de la Verdad era un oráculo, y a ella acudían unos y otros con la intención de sonsacarle sobre el futuro.
Las teorías más realistas apuntan a que esta gran máscara bautizada como Boca de la Verdad también pudo pertenecer al cercano Templo de Hércules (del que te hablamos al final de este artículo), sirviendo como tapa para el canal de drenaje de la sangre vertida en los sacrificios animales, muy habituales en esta zona donde había un mercado de ganado en época romana.

La Bocca della Veritá en el cine: la película Vacaciones en Roma

El director William Wyler hizo mundialmente conocida la Boca de la Verdad en su película Vacaciones en Roma, del año 1953 (te recomendamos verla antes de viajar a Roma).

Protagonizada por Audrey Hepburn y Gregory Peck, en ella el actor gasta una broma a la protagonista, y mientras le narra la leyenda de la Boca de la Verdad, introduce la mano en la boca y la esconde bajo la manga. Al verle sacar el brazo sin mano, la actriz se pega un buen susto. La gracia de esta escena es que no estaba prevista en el guión, sino que fue una broma real entre los actores que el director decidió incorporar a la película.

Por cierto que sería esta película la que catapultaría a la fama a Audrey Hepburn, que se llevó el Oscar a mejor actriz por su interpretación en la misma, y que desde entonces se convirtió en un icono del cine.

¿Dónde está la Boca de la Verdad de Roma actualmente?

Como te comentábamos al principio de este artículo, la Bocca della Veritá se encuentra hoy en el pronaos de la Iglesia de Santa María in Cosmedin, una iglesia pequeñita y maravillosa, que data del siglo VI y es uno de los mejores ejemplos de arquitectura paleocristiana en Roma. No siempre estuvo allí, sino que fue colocada en el siglo XVII.

Aprovecha si vas a poner a prueba tu sinceridad metiendo la mano en la Boca de la Verdad y entra también a visitar la iglesia. Muchos turistas pasan de largo una vez vista la Bocca della Veritá en el exterior, y es una pena marcharse sin verla.

La Plaza de la Boca de la Verdad: no te marches sin descubrirla

Esta zona de Roma tiene mucho, pero que mucho para ver; además de la Boca de la Verdad y de la Iglesia de Santa Maria in Cosmedin, justo al salir de la iglesia, frente a la misma, encontrarás una plaza.

Esta Plaza de la Boca de la Verdad (Piazza della Bocca della Verità) no es muy grande, pero cuenta con dos elementos llamativos:

• El Templo de Hércules Víctor o Foro Boario (de planta circular).
• El Templo de Portuno, dedicado a la diosa Fortuna.
• La Fuente de los Tritones: se trata de dos figuras mitológicas mitad hombre, mitad pez, mensajeros marinos e hijos de Júpiter, que sostienen sobre sus hombros una gran concha.

Aunque los templos no están abiertos al público, puedes dar una vuelta por fuera. Además, merece la pena cruzar a esta plaza porque las vistas desde aquí de Santa Maria in Cosmedin con su torre son las más bonitas.

Al terminar la visita a la piedra, la iglesia y la plaza, tienes varias alternativas:

• Visitar el cercano Circo Máximo (2 minutos a pie).
• Subir la colina del Aventino hasta llegar al Jardín de los Naranjos (uno de nuestros miradores en Roma favoritos) y asomarte al Buco della Serratura (15 minutos a pie).
• Caminar hasta la Isla Tiberina, cruzar el bellísimo Ponte Cestio, con unas vistas espectaculares, y adentrarte en el barrio del Trastevere.

Si no tienes mucho tiempo o no te apetece hacer la cola que suele haber para hacerse fotografías de la Boca de la Verdad, asómate a verla desde la verja que protege el patio de la iglesia, o pon el despertador temprano para ser de los primeros en visitarla.

De todas formas, la cola para ver la Boca de la Verdad suele ir rápido, porque los turistas se paran únicamente a hacerse la foto de rigor con la mano metida en la boca de esta enorme máscara.