La perspectiva de Glasgow no estaría completa sin darnos un paseo por la ribera del Clyde, el río que ha marcado la vida de la ciudad desde sus orígenes.
La zona del Clyde cuenta con un buen número de atractivos que la convierten en visita obligada y entre todos ellos destaca el Riverside Museum o Museo Riverside, diseñado por Zaha Hadid y todo un prodigio de la arquitectura contemporánea que, además, alberga un magnífico museo dedicado al transporte.
El Museo Riverside, una de las últimas obras de Zaha Hadid
Es casi imposible pasear por los alrededores del Clyde y no fijarse en ese edificio que recuerda a un electrocardiograma gigante.
Y es que el edificio que alberga el Riverside Museum ya merece una visita solo por su arquitectura: la arquitecta Zaha Hadid ganó el concurso público convocado por la ciudad para la creación del edificio que albergaría el Museo del Transporte de Glasgow, y este terminaría de construirse en el año 2011.
El zinc y el titanio recubren la enorme estructura ondulante de este museo que no deja indiferente a nadie y que se ha integrado a la perfección con el entorno.
El museo tiene la forma de un túnel plegado en varias “dobleces” y cuenta con dos accesos; la parte superior de una de las entradas, con sus subidas y bajadas, evoca las olas del mar, elemento omnipresente en la historia de la ciudad y muy relacionado con su pasado industrial. De hecho, el edificio está ubicado sobre unos antiguos astilleros.
La fachada, cubierta por entero de grandes ventanales que inundan de luz el interior del museo, está hecha con paneles de vidrio y es otro de los elementos más significativos de este Museo del Transporte de Glasgow.
En el 2013, el Museo Riverside ganó el premio al Museo Europeo del Año y actualmente está entre las diez atracciones más visitadas del Reino Unido.
¿Cómo es por dentro el Museo del Transporte de Glasgow?
El interior del Museo Riverside tampoco se queda atrás.
Concebido como un espacio abierto (hay que tener en cuenta que los vehículos que se exponen dentro tienen unas dimensiones importantes), la exposición cuenta con coches de todas las épocas, un camión de bomberos, locomotoras a vapor (entre las que destaca la traída desde Sudáfrica, una auténtica maravilla), autobuses y tranvías antiguos, viejos vagones del metro, bicicletas de todos los estilos, maquetas de barcos que nos conducen por la historia naval de la ciudad, motos, coches de rally… ¡hasta un velódromo colgante!
Todos ellos distribuidos a lo largo de sus paredes de color verde pistacho, que tampoco pasan desapercibidas, y acompañados de explicaciones que nos ayudan a entender cada pieza. Nos atreveríamos a decir que este Museo del Transporte es uno de los más completos que hemos visitado relacionados con esta temática.
La exposición, de hecho, es fácil de seguir también para los más pequeños, por lo que el Museo Riverside es una visita perfecta si vas a viajar a Glasgow con niños. A lo largo del museo encontrarás paneles especialmente pensados para ellos, con los que pueden interactuar y aprender un montón de cosas relacionadas con la historia y el funcionamiento del transporte. Además, pueden subirse en muchos de los vehículos y… ¿a qué niño no le gusta ver trenes o camiones de bomberos? ;)
En la planta baja encontrarás también las llamadas Calles, que representan distintos tipos de negocios, como una farmacia, una cafetería o una sala de cine, y las etapas históricas por las que estos han ido pasando a lo largo de las últimas décadas (esta es una de nuestras zonas favoritas del museo).
El Riverside Museum cuenta también con una cafetería propia, espacio para talleres y algunas salas para exposiciones temporales.
Al salir, no olvides echar un vistazo al Glasgow’s Tall Ship, un gran velero atracado frente a la entrada sur del Museo Riverside, que constituye el único barco fabricado en los astilleros de Glasgow en que ha sobrevivido desde el siglo XIX hasta hoy. También puedes subirte a bordo para visitarlo por dentro.
¿Recomendamos visitar el Museo Riverside de Glasgow?
¡Sí!
Es un plan perfecto para pasar una mañana o una tarde lluviosa, si eres amante de los coches o si vas a Glasgow en familia.
¿Quieres otro motivo?
La entrada al Museo Riverside es gratis, por lo que incluso puedes visitarlo varias veces durante tu viaje.
Un paseo por el río Clyde
Puedes llegar al museo dando un paseo desde el centro de Glasgow, siguiendo por la ribera del río Kelvin, que atraviesa la ciudad uniéndose al Clyde a la altura del museo.
Es un paseo muy agradable (sobre todo si el tiempo acompaña) y, de paso, además de visitar el Museo del Transporte de Glasgow puedes conocer otros lugares de interés del área del Clyde, como el famoso Armadillo, el edificio sede de la BBC, hasta llegar al puerto de Glasgow donde se encuentra el museo.