Museo Kelvingrove

El Museo Kelvingrove de Glasgow es una visita imprescindible en la ciudad.

Está considerado el principal museo de Glasgow, y no es para menos. Tanto por la magnífica arquitectura de su edificio como por su completa (y ecléctica) colección, el Museo de Kelvingrove no es el típico museo.

¿Sabías que este museo es uno de los más visitados no solo de Escocia, sino también del Reino Unido? Además, la entrada es gratis.

Más adelante te contamos cuáles son sus principales obras, pero ya te adelantamos que hay mucho que ver en el Museo Kelvingrove.

¡Vamos allá!

El edificio: arquitectura e historia

El Museo Kelvingrove es inconfundible: se encuentra a un paseo (corto) desde la Universidad de Glasgow, en Argyle Street, en el barrio conocido como West End, muy de moda en los últimos años, y lo reconocerás rápido por su imponente edificio de ladrillo rojizo.

El diseño del museo corrió a cargo del arquitecto John William Simpson, que lo ideó como Palacio de Bellas Artes, y abrió sus puertas al público en 1901. ¡Más de un siglo de historia! Dicen que para el proyecto se inspiró en los edificios del Barroco español, y lo cierto es que las torres el museo recuerdan vagamente a las de muchas iglesias españolas del período.

La mayor parte del Museo Kelvingrove es accesible con silla de ruedas y carrito de bebé y cuenta con baños adaptados y cambiador de pañales. También cuenta con parking y restaurante propios y ofrece WiFi gratis.

La colección del Museo Kelvingrove: las obras que no te puedes perder

El Museo Kelvingrove cuenta con un majestuoso hall central alrededor del cual se distribuyen, en dos pisos, hasta 22 galerías.

En el centro del hall, sobre una de las puertas de acceso, destaca el gran órgano de Lewis & Co (uno de los fabricantes de órganos más famosos del XIX), que ofrece un concierto en directo todos los días a las 13:00 horas (excepto los domingos, que toca a las 15:00 horas).

La colección del Museo Kelvingrove, como comentábamos al principio, está compuesta por más de 8.000 piezas y es variada y muy peculiar: desde momias egipcias a cuadros impresionistas, pasando por fósiles de dinosaurios, animales disecados, una avioneta de la Segunda Guerra Mundial y muebles diseñados por Mackintosh, el mayor representante del Modernismo escocés.

Como sabemos que muchos viajeros solo disponen de un día para visitar Glasgow y no pueden dedicar a este museo más que un par de horas, toma nota, como obras imprescindibles del Museo Kelvingrove, de las siguientes:

  • La armadura Avant, una de las más antiguas conservadas completas, que data de la Edad media.
  • La pintura del Cristo de San Juan de la Cruz de Dalí, las obras del grupo de artistas conocido como la Escuela de Glasgow y los Glasgow Boys, el San Pedro de Ribera y el Retrato de Alexander Reidde de Van Gogh.
  • Sir Roger, el enorme elefante disecado traído desde la India a comienzos del siglo XX, que es uno de los habitantes más antiguos del Museo Kelvingrove.
  • La avioneta Spitfire LA198, que interceptaba los vuelos del enemigo durante la Segunda Guerra Mundial, y que cuelga sobre una de las alas laterales del museo, en la que se encuentran Sir Roger y otros colegas de gran tamaño.
  • El sarcófago de piedra de Pa-Ba-Sa, un alto cargo de Nitocris I, hallado en su tumba (que se encuentra en la antigua necrópolis de Tebas en Egipto).
  • Los muebles diseñados por Charles Rennie Mackintosh, una completa muestra que nos permite perdernos entre sus especiales creaciones.
  • La lápida vikinga hecha con piedra Hogback.
  • Las Floating Heads de Sophie Cave, unas cabezas flotantes de color blanco que penden desde el techo del museo; tan solo tienes que mirar hacia arriba según entres al museo, y entretenerte con sus inquietantes expresiones, que representan los distintos estados de ánimo.

Aunque solo vayas a pasar un día en Glasgow, recuerda hacerle un hueco al Museo Kelvingrove. Puedes ver lo principal en un par de horas y no te arrepentirás :)