Una ventana en Barranco

Qué ver en Lima: 5 visitas imprescindibles

La mayoría de viajeros que van a viajar a Perú no tienen intención de parar demasiado tiempo en Lima. La ciudad no es más que el punto de entrada y salida al país (ya que es a su aeropuerto al que llegan los vuelos internacionales); una parada necesaria pero a priori poco importante comparada con las visitas estrella del país, como Nazca y sus famosas líneas, el Amazonas peruano, Cuzco y el Valle Sagrado y, por supuesto, Machu Picchu.

Sin embargo, merece la pena quedarse un par de días en la capital de Perú y conocer algunos de sus muchos atractivos.

Lima es conocida por dos cosas: su peligrosidad (lamentablemente cierta, aunque para los turistas existen barrios del todo seguros) y su rica y variada oferta gastronómica (afortunadamente, esto también es cierto).

Taberna Isolina
La Taberna Isolina, un buen restaurante para degustar la cocina peruana criolla.

No te vamos a engañar: Lima es una ciudad caótica, donde el tráfico es infernal y el transporte público es un concepto, digamos, “diferente”, lo que hace que moverse entre unos lugares de interés y otros no sea tarea fácil.

Cruce en Lima
Un cruce en Lima.

Montar en Metropolitano (un autobús que circula por un carril especial y que conecta barrios como el de Miraflores con el centro histórico de la ciudad) es toda una experiencia, pero no de las buenas, sino de las que te hacen sudar como un pollo y tratar de no romperte un brazo mientras te sujetas como buenamente puedes entre los cientos de limeños que también viajan en Metropolitano cual sardinas en lata.

Eso de “perderse por la ciudad” a lo que los viajeros somos tan aficionados, aquí no es una opción. A pesar de todo, insistimos: merece la pena visitar Lima.

Si te hemos convencido y vas a pasar al menos dos días en Lima (por ejemplo, al llegar y al marcharte de Perú), estas son nuestras 5 visitas imprescindibles:

1. La Plaza de Armas y el centro histórico

¿Y qué tiene el centro histórico de Lima? Muchos rincones pintorescos, antiguos palacetes coloniales y los balcones más bonitos de Perú (junto con los de Cuzco, claro).

Centro histórico de Lima
El centro histórico de Lima lo protagoniza un color: el amarillo.

El centro del casco histórico lo preside la gran Plaza de Armas de Lima, rodeada de imponentes edificios como la catedral (donde se encuentra la capilla con los restos de Francisco Pizarro, fundador “oficial” de la ciudad), el Palacio Arzobispal (que reconocerás por sus balcones de madera neobarrocos) o el Palacio de Gobierno del Perú (donde todos los días a las 12:00 se celebra el cambio de guardia).

Plaza de Armas de Lima
Plaza de Armas de Lima (en medio, la catedral).

Tampoco te pierdas, en los alrededores, la Casa de la Literatura Peruana, un remanso de paz en pleno centro que cuenta con una cúpula preciosa de inspiración art decó y un café donde puedes sentarte a leer (sus instalaciones fueron antaño una estación de ferrocarril). También son visitas muy interesantes el Museo de la Inquisición, a dos pasos de la Plaza de Armas, y la coqueta Plaza de San Martín, conectada a la Plaza de Armas por el Jirón de la Unión (no dejes de tomarte un pisco sour en la terraza del Hotel Bolívar).

2. Basílica y Convento de San Francisco de Lima

No exageramos: esta basílica es uno de los templos religiosos más impresionantes que hemos visitado. Puede que por fuera no te parezca más que otra iglesia entre las muchas que hay repartidas por todo el Perú.

No te dejes engañar: dentro esconde auténticas joyas, como una magnífica biblioteca que incluye varios incunables o sus famosas catacumbas, en las que se apilan los huesos de más de 20.000 cadáveres. Un lugar bastante escalofriante pero que merece la pena conocer (los huesos han sido dispuestos tal como se pueden ver por los arqueólogos; cuando fueron descubiertos no eran más que una inmensa pila sin ningún orden).

Basílica y Convento de San Francisco de Lima
Basílica y Convento de San Francisco de Lima.

Por si fuera poco, el Convento de San Francisco de Lima cuenta con dos claustros de gran belleza, decorados con azulejos sevillanos llevados expresamente a la ciudad desde la capital andaluza y una gran colección de pinturas entre las que destaca el cuadro de la Última Cena situado en el Refectorio y atribuido al pintor flamenco Diego de la Puente, donde el plato principal es muy -pero que muy- peruano (y hasta aquí podemos leer).

La parte mala de este complejo es que no se permite hacer fotografías en ninguno de sus espacios; a pesar de ello, te recomendamos visitarlo: descubrirás una de las iglesias más curiosas y sorprendentes de toda Latinoamérica.

3. El Parque del Amor

Muy frecuentado por turistas y locales, este pequeño parque situado en la costa del turístico barrio de Miraflores es uno de los mejores miradores de Lima y un bonito rincón con vistas al Pacífico por el que pasear.

Vistas del Pacífico desde el Parque del Amor en Lima
Vistas del Pacífico desde el Parque del Amor en Lima.

Sus bancos construidos con mosaicos de colores nos recuerdan vagamente a la Barcelona de Gaudí y en ellos han sido plasmadas varias citas de diferentes autores dedicadas al amor (algunas más alegres que otras).

Parque del Amor
Cita en uno de los bancos del parque.

Desde aquí se puede llegar, bordeando el malecón de Miraflores en un paseo de apenas 10 minutos, al famoso Larcomar, un centro comercial que aparece como visita obligada en cualquier guía de Lima pero que en nuestra opinión no es más que… un centro comercial.

Parque del Amor en Lima
Parque del Amor en Lima.

4. El barrio de Barranco

Aunque la mayoría de turistas que van a visitar Lima se alojan en el barrio de Miraflores, pegado a él se encuentro otro barrio que aún conserva parte del encanto que ha perdido el primero entre tanto hotel, restaurante de cadenas internacionales y urbanizaciones llenas de chalecitos (con sus correspondientes todoterrenos aparcados tras altas verjas de seguridad).

Balcón en Barranco
Un colorido balcón del barrio de Barranco.

Este otro barrio es Barranco, uno de esos barrio que antaño llamaríamos bohemios y que ahora diríamos que son un poco hipster.

Street art en Barranco
Street art en Barranco (junto al Puente de los Suspiros).

Barranco también tiene chalecitos, aunque aquí son más coloridos, con algunos desconchones y escondidos tras jardines más bien asalvajados.

Un portal en Barranco
En Barranco es posible apreciar todas las combinaciones de colores posibles…

Lo mejor de este barrio es que está plagado de tiendas de productores y artesanos locales (La Sanahoria y Plantique son dos de nuestras favoritas).

Tienda Plantique
Plantique, una preciosa tienda de Barranco dedicada a las flores, plantas y macetas.

También encontrarás grandes murales de arte callejero y acogedores restaurantes -más frecuentados por limeños que por turistas-.

Arte callejero en Barranco
Dos vecinas de Barranco charlan en la puerta de una casa.

Además, es tan seguro como Miraflores. Como visitas imprescindibles, el Puente de los Suspiros y su cercano mirador.

Mirador de Barranco
Mirador Catalina Recavarren, las mejores vistas de Barranco.

Sin embargo, Barranco es un barrio de los de dejarse llevar sin rumbo fijo y curiosear, más que de grandes monumentos.

5. El Mercado de Surquillo

Este mercado (conocido oficialmente como Mercado N.º 1 Surquillo) se encuentra en el barrio de Surco, a un paseo de unos 20 minutos desde Miraflores subiendo por la avenida Ricardo Palma, y es visita obligada si eres aficionado a la buena mesa o si simplemente te interesa conocer la vida cotidiana de Lima en uno de sus grandes centros gastronómicos.

Surquillo
Surquillo, en Lima.

Decimos “grande” porque se rumorea que aquí acuden muchos de los chefs más laureados de Lima a aprovisionar sus restaurantes, y no por su tamaño, pues se trata de un mercado más bien pequeño y algo laberíntico. Dentro encontrarás puestos de lo más variopinto con todo tipo de productos peruanos procedentes de distintas zonas del país -frutas de la selva amazónica, carnes y tubérculos de los Andes y las zonas rurales, pescado de las costas del norte…-.

Puesto de verduras
Así es la variedad de verduras que podemos encontrar en el Mercado de Surquillo.

Si te pica la curiosidad con algún producto, no dudes en preguntar; algunos tenderos incluso te ofrecerán probarlo. El mercado cuenta además con un par de cevicherías y en los alrededores se organiza una especie de mercadillo donde se venden desde souvenirs hasta cacharros de cocina o dulces típicos preparados en quioscos callejeros.

Vendedor ambulante
Vendedor ambulante de dulces (y algo más).

Si solo vas a pasar uno o dos días en Lima, estas son las visitas que nosotros te recomendaríamos hacer (por su interés y facilidad de acceso en Metropolitano en el caso de las dos primeras, y a pie o en taxi en el caso de las tres últimas, sobre todo si te alojas en Miraflores o alrededores).

Mercado de Surquillo
Especias y aderezos en el Mercado de Surquillo.

No obstante, si vas a pasar más tiempo en la capital peruana, te recomendamos visitar también el Museo Larco (Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera), el principal museo de historia y arqueología de Perú, situado en el barrio de Pueblo Libre y que cuenta con una peculiar colección de arte erótico precolombino; haz hueco también para un paseo nocturno por el Circuito Mágico del Agua en el Parque de la Reserva o para visitar la Huaca Pucllana, testimonio arqueológico de la cultura Lima (de ahí el nombre de la ciudad) situado en pleno barrio de Miraflores.