Muchos viajeros renuncian a escoger Escocia para sus vacaciones debido a su fama de país caro. La verdad, no te vamos a engañar: Escocia no es un destino precisamente económico.
Sin embargo, como en todas partes, siempre existen algunos trucos que te ayudarán a reducir gastos y a controlar mejor tu presupuesto, sobre todo si este es limitado.
Y es que sin duda merece la pena ahorrar un poco y viajar a Escocia: por sus paisajes impresionantes, por su vasto patrimonio histórico y cultural y por ciudades como Edimburgo.
Reserva con tiempo tu alojamiento
En Escocia hay una oferta muy amplia de alojamientos, tanto hoteles como bed & breakfast y hostels (la mejor opción para dormir por un precio económico). La clave para encontrar un alojamiento a buen precio es reservar con tiempo: te aconsejamos que lo hagas en cuanto tengas claras las fechas de tu viaje y los billetes de avión comprados, así como la ruta que vas a hacer en el país.

En el artículo Dónde dormir en Edimburgo de nuestra Guía Nómada te damos algunos consejos para encontrar dónde dormir en la ciudad.
Por supuesto, si tienes cierta flexibilidad, lo mejor para viajar barato a Escocia es hacerlo fuera de temporada: evita los meses de verano y, sobre todo, agosto, pues debido al Festival de Edimburgo los precios en la ciudad se duplican.
El cambio de moneda
Saca dinero del cajero: para viajar a Escocia tendrás que cambiar euros por libras, pero te aconsejamos no cambiar en las casas de cambio, ya que probablemente saldrás perdiendo.

Lo más cómodo y económico es que te hagas una tarjeta de alguno de los bancos que ofrecen sacar dinero en el extranjero sin comisiones y vayas sacando dinero de los cajeros a medida que lo vayas necesitando.
A la hora de comer…
Recuerda los meal deal: a mediodía, la mayoría de pubs y restaurantes ofrecen lo llaman meal deal, algo parecido a nuestro menú del día, que en este caso incluye un plato principal (hamburguesa con patatas, fish & chips, un filete de ternera…) con una bebida por un precio algo más ajustado de lo normal. Son una buena fórmula para comer rápido y barato (barato para la media de precios escocesas, claro…).

Pide tap water: aunque en un pub lo suyo es tomarse una pinta (Donde fueres…), si no puedes beber alcohol o prefieres beber agua, pídela del grifo. Te ahorrarás unas libras.
Y si la comida de pub ya ha podido contigo y el cuerpo te pide algo un poco más sano, prueba en los establecimientos de Pret a Manger. Es una cadena de comida rápida pero saludable, con sándwiches y bocadillos calientes bastante buenos, además de ensaladas, fruta y postres y dulces para llevar o tomar allí. En Edimburgo hay varios muy céntricos. También encontrarás sándwiches y ensaladas en los típicos supermercados, como Sainsbury’s.
En la maleta… un poco de todo
Preparar una maleta para viajar a Escocia no es tarea fácil, pues el clima es muy cambiante incluso durante el verano. Lo mejor en este caso es aplicar la teoría de la cebolla: capas y más capas. Si viajas en primavera o verano, lleva alguna prenda para el frío y un impermeable fino y que abulte poco que puedas llevar siempre encima, porque lo mismo sale el sol que te cae encima un chaparrón. En invierno lleva ropa de abrigo (incluyendo unos buenos guantes, gorro y bufanda o una braga para el cuello) y algunas prendas térmicas, ya que las temperaturas pueden llegar a ser realmente bajas.

Y en cualquier momento del año, lleva calzado impermeable. ¡Lo agradecerás!
Más vale prevenir…
Saca la tarjeta sanitaria europea al menos un mes antes de la fecha de tu viaje. Puedes solicitarla a través de la web de la Seguridad Social y te la envían a tu domicilio de forma gratuita. Te cubrirá todos los gastos si necesitas acudir a un centro de salud o a un hospital en Escocia si te ha sentado mal el haggis.
Los enchufes
Antes de viajar a Escocia asegúrate de llevar uno (incluso dos si viajas en pareja o con más personas) adaptadores de corriente. Los encontrarás en cualquier ferretería y son imprescindibles para que puedas cargar el móvil o conectar tu portátil una vez estés allí. Los hoteles a veces los tienen, pero no siempre, y aunque puedes comprarlo allí te saldrá mucho más caro. Si lo llevas desde casa, mucho más práctico, y te servirá para cualquier viaje que hagas al Reino Unido.
Visita los museos. ¡Son gratis!
Como en el resto del Reino Unido, los museos en Escocia son gratis. Los encontrarás para todos los gustos: de historia y arqueología, de ciencias naturales, temáticos…

Son la mejor manera de conocer a fondo la historia escocesa y, por qué no, de pasar a cubierto un día de lluvia y aprovecharlo aprendiendo cosas nuevas.
Si vas a conducir “al revés”: paciencia, paciencia y paciencia
Es muy común alquilar un coche en Escocia para recorrer el país; sin embargo, a veces esta experiencia puede convertirse en una verdadera pesadilla para quienes estamos acostumbrados a conducir por la derecha.

Consejo: tómatelo con calma, intenta dar un par de vueltas con el coche alrededor de la oficina de alquiler para acostumbrarte y conduce con tranquilidad.
Un truco: a la hora de hacer giros, coger una salida en la autovía o pasar una rotonda fíjate en el coche de delante para que el subconsciente no te juegue una mala pasada y te metas en dirección contraria. Y si lo haces, no te agobies: vuelve al sentido correcto con la mayor precaución y pide disculpas si has perjudicado a otro conductor. Por lo general, los escoceses son gente bastante educada y están acostumbrados a estas cosas.
…se hace camino al andar
Y tanto que sí. Y es que la mejor forma de conocer cualquier lugar es pateárselo a fondo. Así que llévate el calzado más cómodo que tengas y lánzate a recorrer Edimburgo a pie.

Haz alguna de los cientos de rutas de senderismo que hay en las Highlands o en la Isla de Skye. Callejea por el centro de Glasgow y date un paseo por la orilla del río en Inverness.

Tus pies son el mejor medio de transporte al viajar y la forma más económica de moverte en cualquier parte. Y sí, esto cuenta como deporte ;)